¿CóMO LIMPIAR CORRECTAMENTE EL POLLO CRUDO PARA EVITAR UNA INTOXICACIóN?

En las cocinas de hogares y restaurantes, el pollo es una proteína versátil y popular. Sin embargo, su manipulación incorrecta puede conducir a serios problemas de salud, incluyendo intoxicaciones alimentarias. Por lo anterior, una limpieza adecuada del pollo crudo es fundamental para evitar la contaminación cruzada y proteger la salud de quienes lo consumen.

Métodos para limpiar correctamente el pollo crudo

  • Preparación del área de trabajo: Esto implica limpiar y desinfectar todas las superficies, utensilios y herramientas que se utilizarán durante el proceso. Se recomienda utilizar tablas de cortar y cuchillos separados para manipular carne cruda y otros alimentos, así como lavarse las manos minuciosamente con agua tibia y jabón antes y después de manipular el pollo.
  • Retirar envoltorios y etiquetas: Estos elementos pueden contener gérmenes y bacterias que podrían contaminar la carne si no se eliminan correctamente.
  • Enjuagar bajo agua fría: Después de retirar los envoltorios y etiquetas, recomiendan enjuagar el pollo crudo bajo agua fría corriente. Esto ayuda a eliminar cualquier residuo superficial y bacterias que puedan estar presentes en la superficie del pollo.
  • Eliminación de las vísceras: Esto se puede hacer con cuidado utilizando un cuchillo afilado y limpio para cortar alrededor del cuello del pollo y abrir la cavidad abdominal. Las vísceras, incluyendo el hígado, los riñones y el corazón, deben retirarse con cuidado y desecharse adecuadamente. Es fundamental evitar que los jugos de las vísceras entren en contacto con otras superficies y alimentos en la cocina para prevenir la contaminación cruzada.
  • Limpieza interna y externa: Después de quitar las vísceras, es importante limpiar tanto la cavidad interna como la superficie externa del pollo. Esto se puede hacer con agua fría corriente y frotando suavemente la carne con las manos o un cepillo de cocina. Deben asegurarse de prestar especial atención a las áreas difíciles de alcanzar, como las alas y las patas, donde las bacterias pueden esconderse.
  • Secado con papel toalla: Una vez que el pollo ha sido limpiado tanto interna como externamente, se recomienda secarlo con papel toalla. Esto ayuda a eliminar el exceso de humedad de la superficie del pollo, lo que puede reducir el riesgo de contaminación bacteriana durante el almacenamiento y la cocción.
  • Cocinar a temperatura segura: Finalmente, al cocinar el pollo, es fundamental asegurarse de que alcance una temperatura interna segura de al menos 165 grados Fahrenheit (74 grados Celsius). Esto ayuda a matar cualquier bacteria dañina que pueda estar presente en la carne y garantiza su seguridad para el consumo.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.

2024-05-05T19:39:46Z dg43tfdfdgfd